He leído el libro "LA BUENA SUERTE" de Álex Rovira Celma y Fernando Trías de Bes y me han encantado las diez reglas de la Buena Suerte que ellos han sintetizado de una forma sublime y llenas de verdad.
Yo he querido ilustrarlas con fotografías que tomé en el JARDIN DE CACTUS al Norte de la isla de Lanzarote el pasado mes de Mayo.
Al pié del molino de Guatiza, siguiendo las ideas de CESAR MANRIQUE, se instaló, ya hace algunos años, un fantástico jardín de cactus, donde hay casi 10.000 plantas magníficas, que con el paso del tiempo adquieren mayor belleza y vigorosidad.
"PRIMERA REGLA":
La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti.
La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.
"SEGUNDA REGLA":
Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.
"TERCERA REGLA":
Si ahora no tienes Buena Suerte, tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre.
Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.
"CUARTA REGLA":
Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio.
Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.
"QUINTA REGLA":
Si "dejas para mañana" la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue.
Crear circunstancias requiere dar un primer paso...
¡Dalo hoy!
"SEXTA REGLA":
Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega.
Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias..., pero ¡imprescindibles!
"SÉPTIMA REGLA":
A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo.
A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.
"OCTAVA REGLA":
Nadie puede vender suerte.
La Buena Suerte no se vende.
Desconfía de los vendedores de suerte.
"NOVENA REGLA":
Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones.
Para que la Buena Suerte llegue, confía.
"DECIMA REGLA":
Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad.
Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡Siempre está ahí!.